Amenaza de aborto
Una amenaza de aborto supone el riesgo padecer una pérdida del embarazo. Una metrorragia (hemorragia vaginal no procedente del ciclo menstrual) en el primer trimestre de gestación es una amenaza de aborto hasta que no se demuestre lo contrario. El test de embarazo es positivo. Hay sangrado ligero o moderado, contracciones uterinas, más o menos dolorosas o ambos síntomas a la vez. En caso de sangrado vaginal en el embarazo hay que acudir inmediatamente al médico quien realizará una ecografía para comprobar la vitalidad del feto, el estado del cuello uterino (si está abierto o cerrado) y si es la primera ecografía, verificar la ubicación y desarrollo del feto en el útero para descartar anomalías como una embarazo ectópico, un embarazo molar, etc. Ante una amenaza de aborto, el médico suele recomendar reposo absoluto para intentar retener el embrión, aunque no está del todo comprobada su eficacia, y no mantener relaciones sexuales.
Aborto incipiente
Cuando el cuello del útero está entreabierto es una señal de que el aborto se está iniciando.
Aborto en curso inevitable o inminente
Cuando el cuello uterino está abierto y se ha iniciado el paso del feto. Es cualquier de estos dos casos el sangrado vaginal y los dolores de las contracciones uterinas se acentúan, lo cual indica que el cuello del útero se está dilatando.
Aborto completo o consumado
Cuando después de la muerte fetal todos los productos de la concepción han sido expulsados del útero, ya no hay dolor, el sangrado es escaso y se ha vuelto a cerrar el cuello uterino. No suele requerir tratamiento alguno.
Aborto incompleto
Cuando no se expulsa por completo el contenido del útero después de la muerte fetal. Requiere tratamiento médico para eliminar los restos que pudieran haber quedado y así evitar hemorragias o infecciones, que suponen un verdadero riesgo para la madre. Un aborto incompleto podría derivar en un aborto séptico si se infectara el tejido fetal o placentario que permanecen en el útero.
Aborto diferido o retenido
Cuando muere el embrión pero la mujer no logra eliminar el saco gestacional durante varias semanas o incluso meses. Ocurre normalmente entre las semanas 8 y 12, desaparecen poco a poco los síntomas de embarazo, el útero deja de crecer y las pruebas de embarazo se vuelven negativas aproximadamente 10 días después de la muerte fetal. Requiere tratamiento (legrado) para eliminar el contenido del útero.
Aborto por óvulo detenido
Cuando el aborto es tan precoz que el óvulo ha sido fecundado pero el tejido fetal definido no alcanzó a formarse. No necesita ningún tratamiento y se elimina con la menstruación, la mayoría de las veces pasando desapercibido.
Abortos de repetición
Los abortos de repetición o abortos recurrentes son los que ocurren de manera consecutiva tres veces o más. Hasta ese punto no se considera que pueda haber algún problema para concebir. En ese caso, sería recomendable recurrir a un estudio genético para descartar alteraciones cromosómicas. De cualquier modo, la mayoría de los abortos no son recurrentes, por lo que el pronóstico para el próximo embarazo es bueno. Haber tenido un aborto no significa que esto volverá a suceder.