Una salpingectomia es la extirpación quirúrgica de una o ambas trompas de Falopio. Las tropas del Falopio sirven como un conducto para que un óvulo viaje desde el ovario hasta el útero. En una salpingectomía unilateral, sólo se extirpa una trompa de Falopio, y en una bilateral, se extirpan ambas trompas.
Una salpingectomía puede efectuarse por diversas razones, entre ellas tratamiento de embarazos ectópicos e infecciones en las trompas de Falopio (salpingitis). Las mujeres que padecen las enfermedades de transmisión sexual gonorrea, sífilis e infección por Chlamydia son idóneas para salpingectomía. Estos padecimientos son las causas más frecuentes de infección de las trompas de Falopio. El parto, el aborto y la inserción de dispositivos intrauterinos (DIU) también se han relacionado con salpingitis y el procedimiento de salpingectomía. Las mujeres que sólo tienen una trompa de Falopio aún pueden concebir.
Razon para efectuar el procedimiento
Una salpingectomía unilateral se usa para extirpar un embarazo en el cual un óvulo fecundado se implanta en una trompa de Falopio (embarazo ectópico). La salpingectomía bilateral se usa para tratar a mujeres en quienes se ha diagnosticado infección crónica de las trompas de Falopio (salpingitis), y que no están mostrando respuesta al tratamiento con antibióticos. La extirpación quirúrgica de las trompas de Falopio también se usa como tratamiento parcial para algunos casos de endometriosis y enfermedad inflamatoria pélvica. La extirpación de quistes y la escisión de un absceso son otras dos indicaciones para salpingectomía. El procedimiento a menudo se efectúa con una histerectomía o una ooforectomía (extirpación quirúrgica de un ovario o de ambos ovarios).
Pronóstico
El resultado predicho después de salpingectomía depende del propósito del procedimiento y del método (laparoscopia, minilaparotomía, o laparotomía). Cuando el propósito del procedimiento es tratar trompas de Falopio infectadas (salpingitis), la extirpación de las trompas de Falopio por lo general conduce a un resultado exitoso: la infección se elimina junto con la trompa. Cuando el propósito del procedimiento es tratar endometriosis, la extirpación de una trompa de Falopio por lo general no conduce a un resultado exitoso porque el revestimiento interno del útero (endometrio) ha estado creciendo en otros lugares, como los ovarios, la vejiga, los intestinos y el recto. Si el propósito del procedimiento es tratar embarazo ectópico, en el cual el óvulo se implanta en una trompa de Falopio y no en el útero, la extirpación de la trompa lleva a un resultado exitoso: el producto de la concepción se extirpa con la trompa.
En general, la mayoría de las mujeres se recupera por completo de cualquiera de los tres métodos usados con frecuencia. Las mujeres tratadas con el método laparoscópico se recuperan con mayor rapidez y tienen menos problemas.
Mis bebés estrella
Los bebés estrella son aquellos hijos que no llegaron a nacer, los que se fueron al cielo desde el vientre materno.
Escribo este blog para contar desde mi experiencia, los sentimientos de una madre al afrontar la pérdida de un embarazo.
Éste es mi rincón de desahogo para superar el duelo.
1 dic 2009
1 nov 2009
¿Qué es un embarazo ectópico?
Un embarazo ectópico (del gr. ἐκ, "fuera", y τόπος, "lugar") es una complicación del embarazo en la que el óvulo fertilizado se desarrolla en los tejidos distintos de la pared uterina, ya sea en la trompa de Falopio (lo más frecuente) o en el ovario o en el canal cervical o en la cavidad pélvica o en la abdominal. Cuando el embarazo ocurre en el endometrio del útero se le conoce como embarazo eutópico.
El embarazo ectópico se produce por un trastorno en la fisiología de la reproducción humana que lleva a la muerte fetal, y es la principal causa de morbilidad infantil y materna en el primer trimestre con 2 o 3 semanas del embarazo. El feto produce las enzimas que le permiten implantarse en diversos tipos de tejidos y, por tanto, un embrión implantado en otras partes del útero puede causar grandes daños a los tejidos en sus esfuerzos por alcanzar un suministro suficiente de sangre.
Un embarazo ectópico es una emergencia médica y, si no se trata adecuadamente, puede poner en peligro la vida de la mujer.
En los últimos años, la exactitud del diagnóstico del embarazo ectópico se ha incrementado notablemente por la mejoría de la sensibilidad de la determinación de la fracción beta de la hormona gonadotropina coriónica (β-hCG) y por la introducción de la ecografía transvaginal que permiten un diagnóstico precoz. Aproximadamente la mitad de los embarazos ectópicos se resuelven sin tratamiento. Éstos son los llamados abortos tubáricos.
El advenimiento del metotrexato para el tratamiento de un embarazo ectópico ha reducido la necesidad de cirugía, pero una intervención quirúrgica sigue siendo necesaria en los casos en que la trompa de Falopio se ha roto o está en peligro de hacerlo. Esta intervención puede ser laparoscópica o mediante una incisión más grande, conocida como laparotomía.
Cuadro clínico
La clásica tríada clínica de embarazo ectópico incluye: dolor, amenorrea y sangrado vaginal. Los síntomas se pueden presentar desde las primeras semanas de embarazo. Normalmente el dolor suele ser abdominal, lo cual puede parecer un común dolor de estómago o cólicos. La diferencia es que el dolor es muy fuerte y se localiza en la parte baja del abdomen. También es posible sentir dolor al orinar o al hacer un movimiento brusco. Lamentablemente, sólo el 50 por ciento de las pacientes presentan signos clásicos. Las pacientes pueden presentar otros síntomas comunes a los embarazos precoces: náuseas, sensación de plenitud, fatiga, dolor abdominal bajo, cólicos fuertes, dolor en el hombro y dispareunia reciente. Una forma de confirmar el embarazo es con una prueba de ultrasonido; habitualmente puede verse el embrión desde la primera semana. Si no se encuentra un embrión en el útero, pero se padecen los síntomas mencionados, es probable que sea un embarazo ectópico. El dolor abdominal es el síntoma más común, el cual se presenta generalmente en las fosas ilíacas e hipogastrio, pero puede afectar cualquier parte del abdomen y asociarse con dolor en el hombro por irritación diafragmática. Le sigue la amenorrea con algún grado de sangrado vaginal. Sin embargo, sólo el 40-50 por ciento de las pacientes con un embarazo ectópico presentan sangrado vaginal, el 50 por ciento tienen una masa palpable de anexos, y el 75 por ciento pueden tener dolor abdominal.
Tratamiento
Históricamente, el tratamiento de un embarazo ectópico se limitaba a la cirugía. Con la evolución y la experiencia con el metotrexato, el tratamiento de algunos embarazos ectópicos ha cambiado de curso. El tratamiento médico de un embarazo ectópico es preferido sobre las opciones quirúrgicas por una serie de razones, incluida la eliminación de la morbilidad de la cirugía y la anestesia general, potencialmente menos daño tubario, y menos costo y necesidad de hospitalización.
Metotrexato
El metotrexato es un agente quimioterapéutico antimetabolito que se une a la enzima dihidrofolato reductasa, la cual participa en la síntesis de nucleótidos purinas. Esto interfiere con la síntesis del ADN y perturba la multiplicación celular. Su eficacia en el tejido trofoblástico ha sido demostrada y se deriva de la experiencia adquirida en el uso de metotrexato en el tratamiento de molas hidatidiformes y coriocarcinomas. El metotrexato se usa en el tratamiento de un embarazo ectópico en una o múltiples inyecciones intramusculares.
Cirugía
Con los avances en la capacidad de hacer un diagnóstico precoz y las mejoras en las técnicas de microcirugía, la cirugía conservadora ha sustituido a la laparotomía con salpingectomía del pasado. En las últimas dos décadas se ha recomendado el abordaje quirúrgico más conservador para un embarazo ectópico no roto usando cirugía mínimamente invasiva, para preservar la función de las trompas y permitir a la paciente la oportunidad de mantener la fertilidad. Estas medidas incluyen la salpingectomía lineal y el ordeño del producto gestacional fuera de la ampolla distal. El abordaje más radical incluye la resección del segmento de las trompas de Falopio que contiene la gestación con o sin la reanastomosis. La laparoscopia se ha convertido en el enfoque recomendado en la mayor parte de los casos. La laparotomía se suele reservar para las pacientes que se encuentren hemodinámicamente inestables o pacientes con embarazos ectópicos cornuales. También es un método preferido por cirujanos sin experiencia en laparoscopía y en pacientes donde es difícil el abordaje laparoscópico, por ejemplo, secundaria a la presencia de múltiples y densas adherencias fibrosas, la obesidad o hemoperitoneo masivo. Múltiples estudios han demostrado que el tratamiento laparoscópico de un embarazo ectópico da como resultado un menor número de adherencias postoperatorias que la laparotomía. Además, la laparoscopía se asocia con una pérdida significativamente menor de sangre y una menor necesidad de analgesia. Por último, la laparoscopía reduce el costo, la duración de la hospitalización y la del período de convalecencia. Si la mujer quiere un embarazo en el futuro y está hemodinámicamente estable, el tratamiento de elección es la salpingostomía lineal, un abordaje a lo largo de la cara antimesentérica de la trompa afectada con la subsecuente extracción de los productos de la concepción. Los embarazos ectópicos ubicados en la ampolla tubárica se encuentran por lo general entre la luz de la trompa y la serosa, y por lo tanto son candidatos ideales para la salpingostomía lineal. En algunos casos es preferible la resección del segmento de la trompa que contiene el producto de la gestación o una salpingectomía total y no una salpingostomía. Es el caso de pacientes con un embarazo ístmico o en pacientes con ruptura tubárica.
El embarazo ectópico se produce por un trastorno en la fisiología de la reproducción humana que lleva a la muerte fetal, y es la principal causa de morbilidad infantil y materna en el primer trimestre con 2 o 3 semanas del embarazo. El feto produce las enzimas que le permiten implantarse en diversos tipos de tejidos y, por tanto, un embrión implantado en otras partes del útero puede causar grandes daños a los tejidos en sus esfuerzos por alcanzar un suministro suficiente de sangre.
Un embarazo ectópico es una emergencia médica y, si no se trata adecuadamente, puede poner en peligro la vida de la mujer.
En los últimos años, la exactitud del diagnóstico del embarazo ectópico se ha incrementado notablemente por la mejoría de la sensibilidad de la determinación de la fracción beta de la hormona gonadotropina coriónica (β-hCG) y por la introducción de la ecografía transvaginal que permiten un diagnóstico precoz. Aproximadamente la mitad de los embarazos ectópicos se resuelven sin tratamiento. Éstos son los llamados abortos tubáricos.
El advenimiento del metotrexato para el tratamiento de un embarazo ectópico ha reducido la necesidad de cirugía, pero una intervención quirúrgica sigue siendo necesaria en los casos en que la trompa de Falopio se ha roto o está en peligro de hacerlo. Esta intervención puede ser laparoscópica o mediante una incisión más grande, conocida como laparotomía.
Cuadro clínico
La clásica tríada clínica de embarazo ectópico incluye: dolor, amenorrea y sangrado vaginal. Los síntomas se pueden presentar desde las primeras semanas de embarazo. Normalmente el dolor suele ser abdominal, lo cual puede parecer un común dolor de estómago o cólicos. La diferencia es que el dolor es muy fuerte y se localiza en la parte baja del abdomen. También es posible sentir dolor al orinar o al hacer un movimiento brusco. Lamentablemente, sólo el 50 por ciento de las pacientes presentan signos clásicos. Las pacientes pueden presentar otros síntomas comunes a los embarazos precoces: náuseas, sensación de plenitud, fatiga, dolor abdominal bajo, cólicos fuertes, dolor en el hombro y dispareunia reciente. Una forma de confirmar el embarazo es con una prueba de ultrasonido; habitualmente puede verse el embrión desde la primera semana. Si no se encuentra un embrión en el útero, pero se padecen los síntomas mencionados, es probable que sea un embarazo ectópico. El dolor abdominal es el síntoma más común, el cual se presenta generalmente en las fosas ilíacas e hipogastrio, pero puede afectar cualquier parte del abdomen y asociarse con dolor en el hombro por irritación diafragmática. Le sigue la amenorrea con algún grado de sangrado vaginal. Sin embargo, sólo el 40-50 por ciento de las pacientes con un embarazo ectópico presentan sangrado vaginal, el 50 por ciento tienen una masa palpable de anexos, y el 75 por ciento pueden tener dolor abdominal.
Tratamiento
Históricamente, el tratamiento de un embarazo ectópico se limitaba a la cirugía. Con la evolución y la experiencia con el metotrexato, el tratamiento de algunos embarazos ectópicos ha cambiado de curso. El tratamiento médico de un embarazo ectópico es preferido sobre las opciones quirúrgicas por una serie de razones, incluida la eliminación de la morbilidad de la cirugía y la anestesia general, potencialmente menos daño tubario, y menos costo y necesidad de hospitalización.
Metotrexato
El metotrexato es un agente quimioterapéutico antimetabolito que se une a la enzima dihidrofolato reductasa, la cual participa en la síntesis de nucleótidos purinas. Esto interfiere con la síntesis del ADN y perturba la multiplicación celular. Su eficacia en el tejido trofoblástico ha sido demostrada y se deriva de la experiencia adquirida en el uso de metotrexato en el tratamiento de molas hidatidiformes y coriocarcinomas. El metotrexato se usa en el tratamiento de un embarazo ectópico en una o múltiples inyecciones intramusculares.
Cirugía
Con los avances en la capacidad de hacer un diagnóstico precoz y las mejoras en las técnicas de microcirugía, la cirugía conservadora ha sustituido a la laparotomía con salpingectomía del pasado. En las últimas dos décadas se ha recomendado el abordaje quirúrgico más conservador para un embarazo ectópico no roto usando cirugía mínimamente invasiva, para preservar la función de las trompas y permitir a la paciente la oportunidad de mantener la fertilidad. Estas medidas incluyen la salpingectomía lineal y el ordeño del producto gestacional fuera de la ampolla distal. El abordaje más radical incluye la resección del segmento de las trompas de Falopio que contiene la gestación con o sin la reanastomosis. La laparoscopia se ha convertido en el enfoque recomendado en la mayor parte de los casos. La laparotomía se suele reservar para las pacientes que se encuentren hemodinámicamente inestables o pacientes con embarazos ectópicos cornuales. También es un método preferido por cirujanos sin experiencia en laparoscopía y en pacientes donde es difícil el abordaje laparoscópico, por ejemplo, secundaria a la presencia de múltiples y densas adherencias fibrosas, la obesidad o hemoperitoneo masivo. Múltiples estudios han demostrado que el tratamiento laparoscópico de un embarazo ectópico da como resultado un menor número de adherencias postoperatorias que la laparotomía. Además, la laparoscopía se asocia con una pérdida significativamente menor de sangre y una menor necesidad de analgesia. Por último, la laparoscopía reduce el costo, la duración de la hospitalización y la del período de convalecencia. Si la mujer quiere un embarazo en el futuro y está hemodinámicamente estable, el tratamiento de elección es la salpingostomía lineal, un abordaje a lo largo de la cara antimesentérica de la trompa afectada con la subsecuente extracción de los productos de la concepción. Los embarazos ectópicos ubicados en la ampolla tubárica se encuentran por lo general entre la luz de la trompa y la serosa, y por lo tanto son candidatos ideales para la salpingostomía lineal. En algunos casos es preferible la resección del segmento de la trompa que contiene el producto de la gestación o una salpingectomía total y no una salpingostomía. Es el caso de pacientes con un embarazo ístmico o en pacientes con ruptura tubárica.
20 sept 2009
Nuestra primera estrella
Es la primera vez que me quedo embarazada, nos hemos quedado a la primera, y es todo muy novedoso. Le damos la noticia a todo el mundo enseguida, estamos entusiasmados, y empezamos a hacer planes.
La cuna la colocaremos aquí, el cambiador allá... si es niño se llamará Andrés como papá, y si es niña se llamará Lucía... Compramos los primeros patucos y hasta una canastilla con pijama, body y gorrito, ¡era tan mono!. En la primera consulta con la matrona ya tengo mi cartilla de embarazada. Qué emoción!
En la semana 6 empiezo a manchar y me asusto muchísimo, no es demasiado abundante pero nos acercamos al hospital público. Me hacen una eco, y me dicen que no hay nada raro, que me vaya a casa y descanse. La contestación de la doctora fue: "eres primeriza y no tienes ni idea".
El día siguiente sigo manchando, cada vez más y empieza a ser doloroso. Vuelvo a ir al hospital y sin darme ninguna explicación me dicen que marche a casa y me meta en la cama. No entiendo nada, ¿va bien el embarazo o no?
El tercer día de manchado el dolor empieza a ser insoportable y decidimos ir a un hospital privado, alli me explican que la Beta HCG no está subiendo en proporción al tiempo de embarazo y que el embrión no se ve en el útero, eso quiere decir que se trata de un embarazo ectópico, un embarazo extrauterino, hay que encontrar dónde se ecuentra y eliminarlo ya que podría causar graves daños. Me ponen una inyección de Metotrexato para interrumpir el embarazo.
Al día siguiente, después de encontrar el embarazo en una de las trompas, y comprobar que la Beta HCG sigue subiendo, deciden hacer una cirugía de urgencia para extirpar la trompa y evitar mayores daños.
Se trata de una sapilguectomía por laparoscopia. La trompa derecha está rota y la extirpan junto con el embrión, en total unos 12 centímetros de trompa y 0,5 litros de sangre de la hemorragia interna causada por el embarazo ectópico.
Me sentí idiota, ¿y si hubiera ido primero al hospital privado? ¿qué habría pasado si no voy al hospital privado? ¿por qué no exigí que me expliraran bien qué estaba pasando cuando fui al primer hospital? No entendía nada, nunca había oído hablar de un embarazo ectópico, nunca pensé que podría pasarme a mí. Me sentía fatal, todo se hundía a mi alrededor, y todos me decían que éramos muy jóvenes, que ya tendríamos tiempo de tener hijos.
Debido a la inyección de metotrextato no podíamos intentar un nuevo embarazo hasta pasados seis meses, ya que los restos de la inyección podrían provocar un aborto; así que esperamos el tiempo indicado, para hacer una revisión y empezar a buscar de nuevo.
La cuna la colocaremos aquí, el cambiador allá... si es niño se llamará Andrés como papá, y si es niña se llamará Lucía... Compramos los primeros patucos y hasta una canastilla con pijama, body y gorrito, ¡era tan mono!. En la primera consulta con la matrona ya tengo mi cartilla de embarazada. Qué emoción!
En la semana 6 empiezo a manchar y me asusto muchísimo, no es demasiado abundante pero nos acercamos al hospital público. Me hacen una eco, y me dicen que no hay nada raro, que me vaya a casa y descanse. La contestación de la doctora fue: "eres primeriza y no tienes ni idea".
El día siguiente sigo manchando, cada vez más y empieza a ser doloroso. Vuelvo a ir al hospital y sin darme ninguna explicación me dicen que marche a casa y me meta en la cama. No entiendo nada, ¿va bien el embarazo o no?
El tercer día de manchado el dolor empieza a ser insoportable y decidimos ir a un hospital privado, alli me explican que la Beta HCG no está subiendo en proporción al tiempo de embarazo y que el embrión no se ve en el útero, eso quiere decir que se trata de un embarazo ectópico, un embarazo extrauterino, hay que encontrar dónde se ecuentra y eliminarlo ya que podría causar graves daños. Me ponen una inyección de Metotrexato para interrumpir el embarazo.
Al día siguiente, después de encontrar el embarazo en una de las trompas, y comprobar que la Beta HCG sigue subiendo, deciden hacer una cirugía de urgencia para extirpar la trompa y evitar mayores daños.
Se trata de una sapilguectomía por laparoscopia. La trompa derecha está rota y la extirpan junto con el embrión, en total unos 12 centímetros de trompa y 0,5 litros de sangre de la hemorragia interna causada por el embarazo ectópico.
Me sentí idiota, ¿y si hubiera ido primero al hospital privado? ¿qué habría pasado si no voy al hospital privado? ¿por qué no exigí que me expliraran bien qué estaba pasando cuando fui al primer hospital? No entendía nada, nunca había oído hablar de un embarazo ectópico, nunca pensé que podría pasarme a mí. Me sentía fatal, todo se hundía a mi alrededor, y todos me decían que éramos muy jóvenes, que ya tendríamos tiempo de tener hijos.
Debido a la inyección de metotrextato no podíamos intentar un nuevo embarazo hasta pasados seis meses, ya que los restos de la inyección podrían provocar un aborto; así que esperamos el tiempo indicado, para hacer una revisión y empezar a buscar de nuevo.
1 ago 2009
Búsqueda del embarazo
Algunos pensaron que era demasiado pronto para lanzarnos a la aventura de ser papás, pero nosotros lo deseabamos tanto que estábamos seguros de que era la mejor idea del mundo.
Vivíamos en un tercer piso sin ascensor, apenas llevabamos tiempo viviendo juntos, la casa era relativamente pequeña ... Siempre nos daban una razón por la que teníamos que esperar, pero nosotros deseabamos tener un hijo.
Pasé por la consulta del ginecólogo para una revisión, y estaba todo perfecto, nos recomendaron unas vitaminas prenatales, y listo.
A la primera nos quedamos embarazados. Entusiasmados empezamos a dar la noticia a toda la familia, y hubo reacciones para todo. Unos se lo tomaron bien, otros menos bien, y otros genial! Quizá no esperaban que la madre naturaleza nos diera con un positivo en las narices tan pronto.
El bebé nacería en mayo de 2010, todavía no tendríamos el piso nuevo, seguiríamos viviendo en un tercer piso sin ascensor, sin plaza de garaje, con poco espacio para todo lo necesario de un bebé... bla bla bla... daba igual, ¡nosotros la mar de felices!
Vivíamos en un tercer piso sin ascensor, apenas llevabamos tiempo viviendo juntos, la casa era relativamente pequeña ... Siempre nos daban una razón por la que teníamos que esperar, pero nosotros deseabamos tener un hijo.
Pasé por la consulta del ginecólogo para una revisión, y estaba todo perfecto, nos recomendaron unas vitaminas prenatales, y listo.
A la primera nos quedamos embarazados. Entusiasmados empezamos a dar la noticia a toda la familia, y hubo reacciones para todo. Unos se lo tomaron bien, otros menos bien, y otros genial! Quizá no esperaban que la madre naturaleza nos diera con un positivo en las narices tan pronto.
El bebé nacería en mayo de 2010, todavía no tendríamos el piso nuevo, seguiríamos viviendo en un tercer piso sin ascensor, sin plaza de garaje, con poco espacio para todo lo necesario de un bebé... bla bla bla... daba igual, ¡nosotros la mar de felices!
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